martes, 25 de noviembre de 2008

RESTAURANTE ANTIQUE - ÚBEDA


Buen jazz y bossanova como esta, oireis en Antique.



Este fin de semana, gracias a una agradable visita familiar, hemos disfrutado de las riquezas gastronómicas de la zona.
La primera de nuestras citas, fue el Restaurante Antique, sito en la Calle Real nº 25, es recomendable hacer reserva en el teléfono: 953757618

El local en si, ya te anticipa lo que vas a encontrar en su carta; con una decoración elegante y actual, se mezclan los detalles modernos con elementos como la piedra que ornamenta, tanto el interior como el exterior.

Consta Antique, de una zona de bar, donde se puede tapear de pie, y una agradable sala con capacidad para no más de 50 comensales.

La carta es lo suficientemente amplia – como para pasar un buen rato mirándola o mejor dicho admirándola - tanto en entrantes como en pescados y carnes.

En esta visita fuimos 5 personas que comimos a base de platos al centro. Con las primeras bebidas, como es habitual en Úbeda, trajeron un aperitivo muy original que se llamaba Gazpacho de Invierno, hecho con tomates secos y adornado con migas, servido en chupito con chips de espárragos verdes.

Pedimos para empezar, media Torta del Casar, con pimentón de la vera (¡oh! delicias extremeñas), servidas en un plato hondo, un poco fundida y con regañas para untar. Es uno de nuestros quesos preferidos.

Después, sirvieron milhojas de foie con manzana confitada y queso de ¿cabra?, presentada en forma de torre, buena, aunque yo le pondría algo menos de queso y un poco más de foie.

A continuación, presentaron un plato de huevo fritos con patatas y jamón; (¡¡Gracias Lucio!!, por poner de moda en Restaurantes un plato tan rico y sencillo como éste)

Y para finalizar, nos decantamos por una carne, y elegimos un solomillo de ternera con boletus. Excelente la calidad tanto de la ternera, como de los boletus. Este plato acompañado de un entrante, podría ser una magnífica elección en caso de ir a almorzar o cenar, eligiendo un plato principal.

Cabe destacar, la cuidada carta de vinos. Nosotros elegimos Pago Malarina, no somos grandes entendidos de vinos, sólo sabemos cuando alguno nos gusta, y este nos gustó bastante.

No pedimos ningún postre, pero si nos obsequiaron con un innovador chupito de cereza y cardamomo.

Por último mencionar expresamente, el trato recibido por el personal, en especial de Pepa, su jefa de sala, atenta a todos los detalles, cercana y superprofesional.
Con un precio más que razonable, unos 20€ por persona, creemos que se trata de una joyita, que nos alegra tener cerca.

A DESTACAR: LA CERTEZA DE ACERTAR

A MEJORAR: DEMASIADO RUIDO, PROVINIENTE DE LA ZONA BAR

viernes, 14 de noviembre de 2008

Casa Curro - Guadalén



Hoy vamos a escribir sobre un, no se como definirlo, Restaurante, Bar, Mesón; en fin su propio nombre lo define sólo, Casa Curro. Se trata de eso, una casa de comidas (imagino que de Curro), donde de una forma algo “pintoresca” se puede comer bien y a buen precio.

Porque remarcamos lo de “pintoresco”, hay varios motivos por lo que se puede definir así, y son:

1. Por el sitio en si. Es una venta en una aldea (Guadalén) próxima al Pantano del mismo nombre (entre Arquillos y Linares). Es el clásico bar de pueblo, donde los parroquianos, juegan su partidilla y charlan del campo
2. Por su comedor. Imaginaos el salón de una casa de campo, con sus mesas camillas (enagüillas y brasero de cisco, incluido), la chimenea que da un calorcito y una sensación súper acogedora.
3. Por su personal. De lo más variopinto; lo mismo ves al típico camarero, vestido de camarero (pantalón negro y camisa blanca con bolsillos a reventar de bolis), que a una joven con rastas, que a un hombre, con los “iguales” en ristre sirviéndote las bebidas. Un personal eso si, atento y educado en todo momento.

En lo que se refiere al yantar, aquí lo prioritario es la carne. Es el típico lugar, donde no apetece comer pescado. Nos pasa como cuando estás en un chiringuito en la playa el primer día de vacaciones, tienes como necesidad de pedir pescado; pues aquí igual pero a la inversa.

En esta última visita (fuimos 4 personas), degustamos unos entrantes de toda la vida - gastronomía de la tierra al 100% -; Una pipirrana con agujetas (buenas sopas, nos pegamos), un plato de migas con chorizo, uvas, melón naranja, granada…, y unos hongos de la zona guisados.




Y como plato principal, elegimos, como no podía ser de otra forma, carne, cada uno en una variedad diferente.
Pedimos, Solomillo de cerdo con salsa de ajo y perejil, gran tamaño y elaboración; Carne con tomate y patatas, - que según palabras textuales de su comensal - era “de las mejores que había probado en su vida”, refrendo sus palabras, Choto al ajillo, las piezas con hueso muy ricas, las que no tenían un pelín duras; y por último, Cochinillo al horno, con la corteza dura y la carne tierna, vamos como a mí me gusta.

Como imaginaréis después de semejante festín, los postres los obviamos, pero para la sobremesa, no obsequiaron, con unos chupitos, ¡¡ qué digo unos chupitos!!, nos trajeron medio mueble-bar, botellas de licor de varios sabores (higo, melocotón, manzana, mora) con y sin alcohol, todo un detalle que es de agradecer.

Para terminar con este artículo, y a petición de algunos lectores de nuestro blog, desde hoy vamos a poner dos sugerencias, que no calificaciones, las llamaremos: A DESTACAR y A MEJORAR.

A DESTACAR: Las carnes, el pan y la compañía (esto último a título personal, claro esta)

A MEJORAR: La limpieza en general y la de los baños en particular.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Taberna San Basilio - Córdoba



En nuestra última visita a Córdoba, tuvimos la suerte de disfrutar entre otras muchas cosas que ofrece esta ciudad, de una de sus costumbres más antiguas y arraigadas, ir de Tabernas.
En este caso concreto, estuvimos en la “Taberna San Basilio”. Ésta se encuentra situada en el homónimo barrio de San Basilio. Uno de los barrios más populares de la ciudad y especialmente, en el festivo mayo cordobés; donde se pueden visitar y disfrutar de la inigualable belleza de los Patios.
Si bien esta taberna no es de las “clásicas” de la ciudad, ya que su antigüedad data de unos veinticinco años atrás – según nos comentó su propietario, Eliseo –, si se percibe en ella el sabor y la elegancia de lo tradicional. Situada en una vetusta casa de vecinos, con la clásica galería de comunicación, pozo y estancias alrededor del patio.

En cuanto a la cocina, pudimos degustar de entre su extensa carta, raciones de pescado variado – donde podríamos destacar las pijotas, frescas y bien fritas -, unos riñones de cordero, un guiso de setas de temporada al curry; y a resaltar especialmente, un foie fresco macerado al coñac, que por sí sólo bien merece una visita a este lugar.
La relación calidad – precio es bastante interesante ya que, existe consonancia entre la calidad de los productos, la elaboración, el servicio y lo que se paga.
Agradecer de una forma muy especial a la persona que nos llevó a este lugar ya que, gracias a él; disfrutamos y conocemos esta tradición tan Cordobesa.

Córdoba - Ciudad de las Ideas