Todo un "Rincón exquisito" el Cusco.
Siempre hay días señalados en todas las familias, pues en nuestra familia el día de San José es uno de esos que tenemos marcado en rojo en el calendario.
Como no podía ser de otra forma nos reunimos a celebrarlo en torno a una mesa, y en esta ocasión fue un acierto total, el restaurante elegido fue el "Cusco" en la calle Vandelvira nº8 de Úbeda, como siempre, recomendamos hacer reserva previa y para ello lo podréis hacer en el teléfono 699854524.
Antes de pasaros a detallar las bondades gastronómicas, queremos hacer especial mención al servicio, ya lo hemos dicho en otras ocasiones, pero para nosotros es un punto casi tan importante para valorar un restaurante como la propia comida. En este caso, la chica que se ocupo de nuestra mesa, fue muy profesional, amable y detallosa(especialmente con el pequeñín de la casa), matizando que no tenía un día fácil ya que tenía la sala llena.
Y dicho esto, pasamos a detallar las fantásticas viandas que la excelente cocinera nos preparó.
Empezamos con unas entradas al centro, que fueron, croquetas de bacalao, puntillitas (ambas raciones abundantes y muy, muy bien fritas, sin ningún exceso de aceite y crujientes)y una ensalada de perdiz muy suave y refrescante.
Ensalada de perdiz
Puntillitas
En los platos principales de la abundante carta se eligieron mayoritariamente carnes pasando desde unas chuletillas de cordero de palillo, pasando por un solomillo de ternera y terminando por, la sorpresa del día (por no esperada), chuletón de buey black angus. El black angus es una variedad de buey muy valorada en gastronomía por tener grasa intramuscular en lugar de grasa exterior(envolviendo al músculo)lo que mejora la suavidad, la textura y la jugosidad de la carne, estaba tierna como la mantequilla y además se consiguió el punto perfecto para nuestro gusto.
Aquí el amigo "Black Angus"
Chuletillas de palillo
Las que eligieron pescado se decantaron por unos chipirones rellenos de cigala, original, rico y muy bien presentado.
En los vinos, de su también amplia carta nos decantamos por un Habla del silencio Nº5, este vino es espectacular, por su sabor, su color y su procedencia. Se sitúa esta bodega en Trujillo en la provincia de Cáceres, región esta que está diseñando, y si, decimos diseñando porque no es nada fácil de criar vinos por esas tierras, a veces excesivamente secas.
De anteriores visitas también podemos destacar de este establecimiento la agradable terraza veraniega, donde cabe destacar entre sus raciones el flamenquín “Cusco”, las patatas revolconas y el lomo de orza.